La siguiente es la historia de José Luis Maldonado, un barranquillero conductor de Uber, y quien asegura ser testigo de toda una novela en las calles de Barranquilla, el hombre afirma que recientemente hizo una carrera desde el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz a unos turistas procedentes de Estados Unidos hasta una de las tantas tiendas que tiene ARA en la Puerta de Oro de Colombia.
Estando en el aeropuerto conoció a la señora Doris Margarita Paez, una barranquillera que llevaba más de 35 años sin venir a su ciudad natal, la mujer llegó procedente de los Estados Unidos, país en el cual conoció al amor de su vida, se casó con un norteamericano y tuvo a sus dos hijos en la ciudad de Nueva York. Pero al llegar a su barrio y al buscar la casa donde nació se encontró con un supermercado ARA.
Al finalizar el año 2018, la mujer convenció a su esposo y a toda su familia para que en este nuevo año todos vinieran a Curramba la Bella a conocer los nuevos puntos de referencia como: el Malecón de Puerta de Oro, la Ventana al Mundo entre muchos otros sitios, y obviamente a disfrutar del carnaval de Barranquilla, ella desde hacía muchos años añoraba tomarse una jarra de jugo de Corozo, comerse un rapao de Kola con leche condensada , meterse un buen sancocho de mondongo y una butifarras con bollo e yuca.
Se vino desde Estados Unidos
Tiempo después, Doris al fin pudo hacer realidad su sueño de regresar a Barranquilla, ciudad en donde nació, creció y se hizo profesional en Administración de empresas, ella por varios año se desempeñó laboralmente como gerente de una oficina del Banco de Bogotá y por cosas de la vida terminó viviendo en los Estados Unidos en donde hizo su nueva vida junto a su amado esposo.
Su esposo y los dos hijos de la mujer prepararon todo, compraron los tiquetes de avión y se vinieron para Barranquilla a disfrutar del carnaval, al llegar a la ciudad, los turistas al bajarse del avión en el aeropuerto sintieron el ambiente caribeño y la alegría que reina en la Puerta de Oro.
En la entrada del aeropuerto tomaron un servicio de transporte por medio de la aplicación de Uber para llegar a la casa en donde vivió cuando era joven, durante todo el recorrido la mujer recordó muchas cosas vividas en Barranquilla, sintió la fuerte brisa en su casa, sin duda alguna ella se sentía en su casa, en su tierra querida.
El vehículo al llegar a la dirección que le habían suministrado al conductor, el hombre no encontraba una casa ubicada en el barrio Cevillar, pero el GPS en el celular marcaba el punto en donde se encuentra un ARA, la mujer le decía que buscara bien que tal vez se había equivocado de dirección, el chófer procedió a dar una vuelta y buscar nuevamente la dirección de la vivienda.
Llegaron de Estados Unidos
“mi doña, no estoy equivocado, yo me conozco a Barranquilla como la palma de la mano y tampoco creo que el GPS este errado, esta es la dirección que ustedes me dieron en el aeropuerto, aquí queda un ARA y no una casa, si quiere le presto mi celular para que llame a algún familiar para que le indique bien en donde queda la dirección porque aquí no es”, dijo el conductor de Uber.
La mujer llegó junto con su familia de sorpresa, ella no le había dicho nada a su hermano que venía para Barranquilla porque quería darle una sorpresa, pero al parecer la sorpresa se la llevó fue ella, ya que el hermano no le había contado que la casa recientemente la vendió a unos representantes de las Tiendas ARA.
Según comentó el hombre, la mujer llamo a su hermano, pero él le dijo en efecto había vendido la casa y para estas fechas estaba pasando una temporada con sus hijos en San Andres Islas, a la familia de turistas no les quedó de otra que hospedarse en el Hotel Barranquilla Plaza y disfrutar de la Barranquilla que únicamente conocían por medio de videos y fotos.
