Existe un alto número de niños y niñas que llegan a este mundo a los siete meses o a los ocho meses, estos bebés necesitan de cuidado especiales y no solo nos referimos a los aspectos médicos, sino también emocionales.
Los bebés prematuros son vulnerables, sus cuerpecitos requieren de más tiempo para desarrollarse necesitan del calor para sentirse como si estuvieran en el vientre materno. Aunque las incubadoras ayudan a los niños y niñas, pero según una nueva investigación realizada por expertos en el tema, lo mejor es el calor humano, pues ninguna maquina en el mundo es capaz de producir amor, ternura y la seguridad trasmitida por una madre.
“Estos bebés necesitan sentir amor, contacto humano y una voz suave para consolarlos cuando sienten dolor. Los padres se sienten mejor sabiendo que, incluso cuando no pueden estar ahí, hay alguien que está meciendo y abrazando a su bebé”. Comentó Mary Ann Malloy, jefa de enfermería de la unidad de cuidados intensivos neonatales.
Esta unidad ya cuenta con 250 personas que han donado su tiempo a esta bella y noble causa.
Todos los bebés necesitan amor
Pero no solamente los bebés nacidos en los siete y ocho meses reciben abrazos. Los niños nacidos con Síndrome de Abstinencia Neonatal (SAN) también son reconfortados con el poder que ha en un abrazo tierno y cariñoso.
“Ellos necesitan sentir cariño, amor y abrazo que los haga sentir amados. Uno se siente impotente cuando ve a los bebés inconsolables y solos, pero con la ayuda de los voluntarios, nos ayudan a sanar su corazón y a brindarles seguridad”. Dijo la enfermera.
Si a usted le gustaría ser voluntario o voluntaria de este bello proyecto, debe tener como edad mínima 18 años y como edad máxima 72 años, y para ser aceptado debe primero enviar una solicitud expresando sus motivos al correo electrónico, en la dirección web que aquí a continuación se indica: Voluntarios
