Dos hermanas asistieron a la fiesta de cumpleaños del tío de una amiga (Jocelyn), lo que nunca se esperaron es que por la música alta la fuera a pasar muy mal. Las hermanas Lozano son Peruanas residentes de hace más de 10 años en Argentina.
“Estábamos pasándola bien, escuchando cumbia, comiendo algo y la puerta de la casa de los tíos de mi amiga estaba abierta para que corriera aire. De repente vemos a un hombre a los gritos exigiendo de mala manera que bajemos la música: si no la bajan amanecen todos muertos”, contó Sara al medio El Clarín.
La joven añadió que “yo estaba sentada conversando, no sé por qué miro hacia la puerta y vuelvo a ver a ese mismo tipo que desde la reja estira su brazo, veo un arma y empieza a disparar. Sentí entre ocho y diez balas”.
Lozano aseguró que intentó protegerse en la pared. “Recuerdo que mi hermanita estaba bailando cerquita mío, me doy la vuelta y veo a Sandrita boca arriba, con sangre en el pecho”.
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En su caso, Sara intentó dar sus primeros auxilios porque estaba estudiando enfermería y medicina en la Universidad de Buenos Aires (UBA), y luego decidió llamar a las autoridades.
“Por suerte la Policía vino rápido pero la ambulancia demoraba. Entonces decidí llevarme a Sandrita al hospital, contra lo que me decía la policía, que me insistía que esperara a que llegara la ambulancia”, añadió.
“Yo estaba atrás con Sandrita hablándole, moviéndole la cabeza para que no se durmiera, fueron minutos insoportables, interminables, que nunca en mi vida pensé que los viviría. No puedo creer que una persona reaccione de esa manera”, contó.
El estado de la joven es crítico porque la bala le dio en la espalda, le atravesó los pulmones y le dañó la médula ósea. Desafortunadamente, ya no caminará, y les preocupaba que tenga un paro cardíaco, lo que confirmó su hermana.