Gerardo, vecino de Villanueva de los Presentes (Palencia), se ha visto obligado a llevar a su perro al veterinario después de que éste se comiera una de sus pastillas de viagra por error. Esta desafortunada ingesta habría provocado que Moi, su fiel amigo, se pasara una semana caminando a 5 patas por todo el barrio bajo la atenta mirada de curiosos y vecinos.
“Daba miedo verle. Parecía el perro del exorcista, andando a cinco patas. Llevaba la lengua fuera y estaba muy baboso, en especial con nuestros hijos”, denunció un vecino.
Los hechos tuvieron lugar hace una semana cuando al parecer su dueño se dejó una pastilla de viagra encima de la mesa del salón. Un caramelito de color azul tan llamativo como irresistible para su perro. Por suerte para Moi, y gracias a la intervención del veterinario por fin se acabó su agonía y los vecinos podrán pasear con sus hijos sin miedo a ser abordados.
Informe: Hay Noticias
