Los embarazos en la población menor de edad es un tema que tiene en alerta máxima a las autoridades de casi todos los países del mundo.
Recientemente se conoció el caso de una niña de 11 años en Carmarthenshire (Gales), luego de que le dijera a sus padres no sentirse muy bien de salud y que le dolía mucho el estómago. De inmediato, los papás la llevaron a un centro asistencial.
En en lugar le realizaron diferentes exámenes médicos para ver qué era lo que presentaba la menor, pero para la sorpresa de la familia, los resultados arrojaron que la menor se encontraba en proceso de gestación.
La menor negó haber tenido relaciones, pero las pruebas emitidas por los médicos decían lo contrario, en ese momento, los padres descubrieron que su hija había sido abusada por su propio hermano.
Una vez se conocieron los resultados de las pruebas, el cuerpo médico dio aviso a las autoridades para que hicieran presencia en el lugar, el hermano de 14 años en primera instancia negó haber cometido ese delito, pero con el paso de los minutos, el menor confesó y aceptó los cargos.
Luego del reporte realizado por la clínica y las autoridades, la justicia ordinaria de ese país emitió una orden de detención en contra del hermano de la menor.
Por último, el menor que se declaró culpable, fue condenado a una pena de dos años en una correccional para menores, en donde deberá estudiar y trabajar, como una medida correctiva.