¿Qué hubiera pasado si lo de Barranquilla hubiera sido realmente un meteorito? Aquí le contamos que hubiera pasado realmente.
Si en Barranquilla realmente cayera un meteorito del tamaño del que se vio en las redes sociales este miércoles, entonces en toda la capital atlántica no quedaría ningún vidrio sin romperse, aunque estuvieras en Medellín la luz de la «piedra espacial» se hubiera visto.
El investigador Jonathan Ospina es un empresario apasionado por la astronomía y la meteorología. Dijo que hoy en día, con el aumento en la cantidad de cámaras y equipos disponibles, es casi imposible que los asteroides permanezcan sin descubrir. entra en la tierra, se llama meteoro, y en la superficie se llama meteorito.
En cuanto a la roca de Barranquilla ubicada en la zona de Villa de San Pablo, se considera que es un objeto que cae del espacio exterior, explicó que es demasiado porosa, rugosa e irregular para ser un meteorito.
“Además si fuera de característica rocosa se hubiera desintegrado al chocar, a casi 500 kilómetros por hora contra el suelo, y si fuera metálica sus formas serían totalmente distintas, como si fuera una masa de plastilina con hundidos uniformes”, cuenta Ospina, que no solo colecciona meteoritos, sino que los vende.
Respecto a la versión donde las rocas aún están calientes, aclaró que ninguna de ellas ha alcanzado el calor de la tierra, cuando entran en contacto con la atmósfera no solo pierden velocidad, sino que también se enfrían.
Además, considerando el tamaño de la roca, la luz que genera cuando ingresa a un planeta de 80 o 100 kilómetros de altura es visible desde Medellín.
“Sería más luminoso que el Sol y generaría un boom sónico que hubiera dejado miles de víctimas y a toda Barranquilla sin vidrios ni puertas”.
Recuerda que en 2013 en Cheliábinsk, Rusia, cayó un meteorito que dejó más de 1.500 heridos por las esquirlas de los vidrios que se rompieron y el sonido que generó.
“Solo se hallaron, del que se estimó medía entre 15 metros, pedazos de no más de 80 centímetros esparcidos en varios kilómetros a la redonda. Liberó 30 veces más energía que la misma bomba atómica de Hiroshima y fue igual de brillante que el Sol”.
Si esto sacudió en Chelyabinsk, donde solo se encontraron rastros de 80 cm, ¿Qué pasaría en Barranquilla, donde aparecieron como un meteorito de 4 metros de largo? El investigador Jonathan Ospina se cuestionó a sí mismo, reiterando que los meteoritos nunca caerán por completo, sino en forma de «lluvia de escombros».
